A través de canciones como “Querida Muerte (No nos maten)” y “La cumbia feminazi”, la cantante y compositora Renee Goust recupera la propuesta feminista de Latinoamérica.
«Nunca me he sabido quedar callada» son las palabras con las que la cantautora mexico-estadounidense Renee Goust engloba en entrevista con Saficosmos el sentir de chicas que hoy en día se reconocen dentro de la lucha feminista en América Latina.
Entre 2017 y 2019 —periodo en el que la región se vio sacudida por la Marea Verde en Argentina, la protesta del glitter y el grito colectivo de Las Tesis— los statements de “Querida Muerte (No nos maten)” y “La cumbia feminazi” formaron parte de las exigencias callejeras por el alto a la violencia feminicida.
Para Renee Goust, así como para Audry Funk, Rebeca Lane y las jóvenes que sueñan con trabajar con ellas, «la música es un mecanismo de supervivencia». Sea a través de las pinceladas del rap, pop o los boleros, las mujeres latinoamericanas construyen espacios en los que se pueden reconocer a sí mismas a partir del reflejo de las otras.
De ahí la importancia de enunciarse desde el territorio. CONOCE A ESTAS MÚSICAS ABIERTAMENTE LBTQ+.
¿Quién es Renee Goust?
La mejor forma de describir a Renee Goust es bajo el concepto ‘nómada’. Nació en Estados Unidos, pero fueron los rincones de Nogales, Sinaloa, los que la vieron crecer.
Las rutas de Renee son tan complejas como los caminos que nos hacen entonar los temas de Resister (2021), su primer material de larga duración.
Está acostumbrada a conceptualizar, sentir y abrazar desde la frontera. Tiene presente que sus oportunidades responden a cierto privilegio. Uno de ellos fue que desde pequeña contó con el apoyo de su familia para hacer de sus expectativas de vida una realidad.
Según cuenta, «era una niña muy respingona y a la que nunca se le logró silenciar». Entre todas sus pasiones, la música fue la más fuerte y próxima. Tendría entre tres y cuatro años cuando su madre la llevó a su primera audición. Quería unirse a un coro infantil. La respuesta no fue precisamente la más alentadora.
Sin embargo, el rechazo fue un impulso para comenzar a trabajar en su meta. Se inscribió a clases de piano y, en una expresión de apoyo y confianza, su familia le dibujó un teclado. Años más tarde le regalaron un instrumento real.
Con ello, Renee tuvo presente que el compartir su visión del mundo estaba sujeto a una gran responsabilidad. CHECA QUÉ CANTANTES LATINAS CELEBRAN EL AMOR ENTRE MUJERES.
Al llegar la adolescencia, encontró consuelo en las palabras de Shakira en Pies descalzos (1995). Fue una de las jóvenes en las que temas como “Estoy aquí” y “Antología” trajeron como consecuencia el descubrimiento y la exploración de un espíritu creativo. Este fue el segundo momento nómada de la cantautora feminista Renee Goust.
De vuelta a Estados Unidos
Su gusto y aprendizaje autónomo hicieron que los acordes fueran un recurso que la ayudara a nombrarse como «una morra que deambula entre todas las posibilidades de lo queer». El tránsito por ese atractivo vaivén quedó documentado en la composición de algunas canciones.
Al aproximarse a la edad adulta, Renee fue más consciente de las implicaciones de ser una mujer que habita entre las fronteras. Antes de matricularse como estudiante de Música en la Universidad de Guadalajara (UDG) consideró la formación en Filosofía y Letras, Psicología y Lingüística.
Meses antes de recibirse se mudó a Nueva York. Ahí tomó un diplomado que le permitió trabajar como cocinera durante 11 años. En este periodo nunca dejó de escribir. ¿La razón? Encontraba en la composición «una terapia y vía para interpretar las cuestiones sociales».
En el auge de lo que desde los feminismos se ha querido conceptualizar como ‘cuarta ola’, Renee Goust se ha reconocido como una artista que crea a partir de miradas, sentires, luchas y vivencias que la entrecruzan.
Considera que «no la define el género musical». Pero saber que “Querida Muerte (No nos maten)” y “La cumbia feminazi” encabezan las listas de reproducción en Argentina, Chile, España y México:
«Es una muestra de que en nuestros territorios la música puede ser feminista, incluyente y promotora de proyectos políticos».
«Frente al mainstream, existe una necesidad de crear espacios autónomos»: Renee Goust
A Renee Goust la rodeó el cadáver exquisito de las texturas que decoran el paisaje sonoro de Nogales. Creció con los ritmos de boleros y las propuestas rancheras. A la fecha, sostiene que «los sonidos norteños no tienen que quedar atados al machismo». Para dar cuenta de ello, se ha encargado de hacer su propia música.
Escribió desde los lugares con los que a momentos es difícil reconciliarnos: el miedo y la indignación. A Renee, como a muchas de nosotras, la educación y socialización le parecieron procesos diferenciados con relación a sus hermanos varones.
Recuerda que le enseñaron a ‘evitar’ situaciones que poco —o más bien nada— tienen que ver con nuestra responsabilidad. Conforme se empezó a reconocer con otras chicas de frontera, racializadas y LGBT+, se dio cuenta de que a todas, desde condiciones particulares, nos suturan experiencias en común.
Desde niñas —trajéramos pantalón, shorts, falda o pijamas— nos enfrentamos al acoso callejero. No es que nuestra voz no sea fuerte y clara. Los hombres no entienden —o por conveniencia pretenden no entender— el significado tajante del «no».
Al momento de salir a divertirnos, vislumbramos las agresiones que podemos encontrar en el camino. No descuidamos nuestros tragos y, al primer gesto de incomodidad, auxiliamos a nuestras amigas de los necios que a la fuerza nos agarran por la cintura. CHECA LOS LOGROS DE LA LUCHA LESBICA PARA EL FEMINISMO LATINOAMERCIANO.
¿Qué hacemos con toda esta rabia?
Fue en el seno de esas incomodidades cotidianas en el que nació “Querida Muerte (No nos maten)”. Para Renee Goust, como para quienes formamos parte de la lucha feminista en Latinoamérica, entonar cada uno de los versos implica involucrarse en un proceso paradójico.
Expone las heridas y las hace más tenues. Por eso a la cantautora le gusta pensar en «un proceso sanador».
El sentido de colectividad no deriva únicamente de fragmentar su historia en el coraje de muchas otras. También siguió una suerte de reconciliación con su madre.
Mientras grababa la canción en Argentina, Renee entendió —mas no justificó— las razones por las que el proceso de crianza fue distinto al de sus hermanos. Escuchó a su madre y supo que «su preocupación era genuina». DESCUBRE LA PROPUESTA MUSICAL DE MIRANDA VILLALOBOS.
Entrelíneas de Resister
A lo largo de la charla, Renee Goust transmite «que la música que escuchamos nos convierte en quienes somos». De ahí que día con día se sienta responsable de las identidades que se configuran al escucharla. Ante eso, hay criterios que no quedan fuera de su labor artística, creativa y, por supuesto, política.
Le interesa que las adolescentes confíen en su trabajo. Pero también quiere mantenerlas alerta de las trampas que nos pone la industria. «Hay que tener congruencia», subraya al momento de pensar en la convocatoria detrás de Resister.
Para ella, ser cantante y compositora significa involucrarse en las batallas contra todo aquello que desgasta los imaginarios colectivos. Y no lo hace sola. Su brío combativo se desdobla y constituye a partir de los fragmentos «de otres».
Tras el lanzamiento de “La cumbia feminazi”, Renee Goust se reconoce parte de la rabia y el goce de Audry Funk, Rebeca Lane, La Bruja de Texcoco, Edna Vázquez, Sonia de los Santos y Diana Gameros. Los (des)encuentros con cada une perfilan los consejos que da a las chicas que, como ella, se atreven a hacer uno de los actos más radicales: imaginar otras posibilidades de existir.
La construcción de espacios autónomos no empieza desde la idea. Se origina en la forma en la que queremos habitarnos a nosotras mismas. Por eso, la propuesta feminista de Renee Goust es tan poderosa:
«Escribe de lo que conoces. Que el centro sea tu identidad».
¿Ya conocías a Renee Goust, cantante y compositora detrás de “Querida Muerte” y “La cumbia feminazi”, temas referentes de la lucha feminista en América Latina?
Texto de Ana Flores